La alimentación es fundamental e imprescindible para el crecimiento, ayuda al organismo en su tarea, que en esta etapa está en continuo cambio y en constante adaptación según las necesidades que se le planteen en cada momento. Seguir una dieta equilibrada es la clave sin ninguna duda.
Para que todo funcione como un reloj hay que dedicarle un poco de tiempo a la selección de los alimentos, es la base de todo, ya que conociendo las propiedades de los mismos podremos organizarlos adecuadamente distribuyéndolos en las cantidades suficientes para cubrir la demanda y no sobrepasarla.
En cuanto al crecimiento, hablando de estatura existe un límite marcado por la genética, pero hay que tener en cuenta que el resto de órganos seguirán formándose correctamente y reparando, creando nuevos tejidos y fortaleciendo los huesos. Estos procesos ocurren de una manera saludable si se siguen unas correctas pautas nutricionales.
Músculos y huesos se nutren de calcio, fosforo, y magnesio. Los hidratos y proteínas que también intervienen son también de una gran importancia y juegan un papel definitorio en el conjunto general. Seguro que os suenan estos elementos de haber leído sobre ellos en otros artículos relacionados con el mundo del jamón ibérico en nuestro blog. Las grasas insaturadas tan presentes en el jamón ibérico de bellota son fundamentales al estar directamente relacionadas con el sistema cardiovascular y la protección del resto de órganos.
Como no, el agua, que es fuente de vida, sin ella no es posible, nunca debe faltar.
¿Y las vitaminas? Cada una de las 13 cumple una misión concreta. Se les llama esenciales porque son necesarias. Ningún alimento las posee todas y no existe alimento que no posea ninguna. Las vitaminas son el puente entre los alimentos y el organismo, dicho de una manera más visual, son la chispa que enciende el fuego. Estas se consiguen, insistimos otra vez, con una alimentación variada.
Existe un dicho que reza que hay que comer poco de lo que te gusta mucho y siempre comes y más de lo que nunca comes.