Igual estás descansando a la orilla del mar escuchando el vaivén de las olas, lees esto y piensas ¿estrés? … ¿cómo puede ser?
El estrés veraniego que sufre nuestro cuerpo no es mental, es otro tipo de estrés principalmente debido al calor y la radiación solar. A esta situación le puedes sumar también que es probable que estés haciendo menos ejercicio. Todo esto hace que se resientan tus defensas y es recomendable un aporte extra de vitaminas.
El extracto de té verde aumenta el metabolismo en reposo ayudándote a quemar más grasa. Como ir a la playa con el termo es una locura, mejor comprar té frío o en comprimidos. Recuerda no mezclarlo con café ya que el té es excitante y te pasará factura a la hora de dormir.
Vitamina C
La vitamina C se consume rápidamente y en verano la necesitamos para evitar la oxidación de las células por las radiaciones solares. Nos ayuda también a adaptarnos al calor ya que estimula las glándulas sudoríparas y baja nuestra temperatura corporal.
Probióticos
No te extrañe que en verano tus intestinos se vuelvan un poco locos. Esto es debido al cambio en los hábitos alimenticios, también por los excesos y las pequeñas intoxicaciones debidas a comer fuera y/o al cambio de agua.
Se recomienda un aporte de probióticos ya que la flora intestinal se ve afectada por estos cambios. Si tu flora intestinal está sana perderás más grasa y te sentirás con más energía .
Vitamina D
La exposición a la luz solar es la primera fuente de vitamina D. La cantidad de exposición que se estima como necesaria para adquirir niveles correctos de vitamina D, son 6-7 minutos al día, durante la mañana o a media tarde en verano.
La exposición de pequeñas cantidades controladas de rayos UV en la piel sin protección durante períodos cortos de tiempo puede ser beneficiosa para la salud en general y para hacer nuestra piel más fuerte.
Aportes vitamínicos para el estrés físico veraniego
