El betacaroteno en un pigmento que está presente en las plantas y en ciertos alimentos que contienen nutrientes esenciales necesarios para nuestro organismo. Este pigmento vegetal es famoso porque es el que una vez procesado por nuestro hígado, se transformará en vitamina A. Los betacarotenos están presentes en cantidad de frutas y verduras y son los responsables del color amarillo, naranja y rojo de las mismas. También son conocidos por su gran función antioxidante frente a los radicales libres que va generando el cuerpo y que se acentúan con agentes externos como el sol, el alcohol, el tabaco y una alimentación inadecuada. Son parte de la defensa de nuestro cuerpo en la lucha de distintas enfermedades multiplicando la respuesta inmunológica rápidamente.
El alimento más rico en betacarotenos y cercano a nosotros es la zanahoria, tanto cruda como cocida, de cualquiera de estas dos maneras asimilaremos sus propiedades. Se recomienda que se ingieran acompañados de algún tipo de grasa, como el aguacate, o los aceites saludables. También se encuentra en las verduras de color verde, esto es debido a que estos pigmentos son teñidos por la clorofila. El pimiento rojo, las espinacas y la calabaza a parte de fibra, también guardan un importante contenido en betacaroteno.
En otro grupo aunque más discreto estarían los tomates, ciruelas, albaricoques, lechugas, naranjas, uvas, limones, melones, espárragos y calabacines. En la fruta seca: pasas, orejones y bayas de goji.
Los betacarotenos son especialmente buenos para el cuidado de la piel porque activan la melanina y tienen una relación directa en la formación de huesos, ya que aseguran un crecimiento normal. Además, no se acumulan en el hígado y no son tóxicos.