Llegó el otoño y, especialmente en nuestra geografía, es igualable. Poco a poco, los árboles pincelan toda superficie a su paso con su paleta de mil matices de ocres vistiendo a nuestro paisaje de una vista multicolor.
Esta estación del año nos invita a hacer senderismo, a respirar aire fresco, a perdernos entre la vegetación y a disfrutar del aire libre. ¿Estás listo para maravillarte con nuestros bosques? ¡Partamos de una vez!
Bosque de Irati, Navarra
Si los frondosos paisajes de los Pirineos son lo tuyo, el bosque de Irati en Navarra es una cita obligada. Es que después de la Selva Negra de Alemania este bosque es la masa forestal de hayas y abetos más grande y mejor conservada de Europa: 17.000 hectáreas de paisaje pirenaico ¡y todas para ti!
Es también un destino ideal para quienes disfrutan de contemplar la fauna autóctona, más específicamente las aves. Porque este bosque forma parte de uno de los puntos con mayor riqueza ornitológica de la Península Ibérica. En su interior se encuentra la Reserva Natural de Lizardoia, un bosque lleno de encanto que te invita a desconectar del bullicio de la ciudad y a sentirte vivo.
Pero la hermosura del paisaje no termina en sus infinitos bosques. Los pueblos aledaños también ofrecen vistas sorprendentes. El pueblo de Ochagavía, por ejemplo, es uno de ellos. Piérdete entre sus calles milenarias y sus pintorescas casas de piedra, no te arrepentirás.
El Hayedo de Jordá, Olot, Cataluña
Un lugar ideal para los amantes de la fotografía, y para los que no…también. El poeta Joan Maragall dice que, al adentrarse en este bosque, el caminante es “prisionero del silencio y el verdor”.
Esta reserva natural ofrece una vegetación exuberante y tiene la particularidad de erigirse sobre una colada de lava del volcán Croscat. Por lo tanto, es usual toparse con rocas volcánicas. Pero además de rocas te encontrarás con un tipo de montículo llamado “tossol”, algo así como “burbujas” de lava. Se estima que hay alrededor de cincuenta de estas protuberancias en toda la reserva y pueden alcanzar hasta los 20 metros de altura.
Además de ser uno de los bosques más hermosos de España, cuenta con un punto turístico para que decidas cómo quieres disfrutar de tu recorrido por el bosque. Lo más usual es recorrer las rutas a pie, con o sin guía, pero también existe la opción de recorrerlo en carruaje tirado por caballos, una manera diferente de adentrarse en un mar de verdes.
Secuoyas del Monte, Cantabria
Para deleitarse con un bosque de sequoias no hace falta tomar un avión y visitar California. El bosque Secuoyas del Monte, situado en Cabezón de la Sal, es un Monumento Natural que aloja una plantación de 2, 5 hectáreas de sequoia roja.
Pero ¿qué hace un bosque de secuoyas en Cantabria? Y esto es precisamente lo que hace a este espacio tan interesante. La secuoya es una especie inusual en la región que en 1940 fue plantada para suplir las necesidades de la industria maderera. Una vez crecida la plantación, hubo un cambio de planes y decidieron no cortarlas. Eso hace de este bosque un lugar único en España, donde podemos disfrutar de la naturaleza y de una especie que, si no fuera por un giro del destino, estaríamos lejos de contemplar.
Bosque de Muniellos
Si hablamos de robledales tenemos que hablar del bosque de Muniellos, el orgullo de los asturianos. Esta maravilla de la naturaleza ha sido declarada Reserva de la Biosfera, y por ello, las autoridades restringen la entrada a 20 personas.
Pero no solo es un espacio que tiene robles para ofrecer. Si recorres el bosque también verás tejos, acebos, hayas y abedules. Junto al río, podrás disfrutar de sauces, avellanos y una gran variedad de musgos y líquenes. Si tienes suerte, puedes alojarte en alguna de las impresionantes casas que se distribuyen por el área y disfrutar de unos días de desconexión y de las impresionantes vistas.
Y como estos bosques hay muchos más, igual de impresionantes. No te pierdas la oportunidad de descubrir estos lugares mágicos que encierran una infinidad de secretos en su interior. Este otoño, la vegetación, la brisa fresca y el crujir de las hojas serán nuestras guías. ¿Vamos?