Cada mes de noviembre la ciudad de Valladolid se transforma en la capital de la tapa. Alrededor de 50 cocineros compiten cada año y el ambiente de la ciudad volcada con este evento hace atractiva una estancia gastronómica única en cada una de sus calles.
Todos los que se presentan para conseguir plaza han de superar una prueba la cual consta de la preparación de una tapa que no superará en coste 1.20€ en materia prima y que se realizará en directo y en menos de 25 minutos. La tapa o pincho la presiden siempre profesionales de la hostelería, al igual que su jurado. Durante tres sesiones se catará y se llevará a conclusión el vencedor. Todo esto conforma un espectáculo ameno, entretenido y gastronómico que además da voz al público asistente. Este concurso acoge a participantes de todas las comunidades autónomas españolas, da igual su perfil conservador en la modalidad culinaria más arraigada a nuestra cultura que al cocinero más vanguardista y arriesgado.
El concurso, por su parte, va sumando éxitos después de días intensos donde han compartido fogones alumnos de escuelas de cocinas y cocineros de alta notoriedad. Unos y otros, además de las decenas de profesionales de medios especializados que han asistido a este certamen, remarcan al final de cada concurso la calidad organizativa y de logística, elogiando de este modo al Ayuntamiento y a la Asociación de Hostelería.