El destete del lechón está rondando los 18-21 días, aunque últimamente se está recomendando llevarlo a cabo al mes aproximadamente. Esto es debido a que algunos estudios recientes hablan del tremendo estrés al que están sometidos los lechones en este proceso. Les afecta de una manera contundente y con problemas que pueden llegar a tomar formas variadas como puede ser el canibalismo, malos hábitos para defecar, retraso en el crecimiento e incluso la muerte de la cría. Y es que el cambio de lugar, de ambiente, la separación de su madre haciéndolo más vulnerable al mezclarse con otros grupos, el cambio de dieta y otros variables ejercen mucha presión para estos recién nacidos.
Por todos esto, hoy ya se recomienda el destete a los 28 días.
Los datos productivos en general de los lechones destetados a partir de los 30 días son mucho mejores en el futuro rendimiento del animal ,obteniendo una mejora del 10% aproximadamente en el crecimiento.
Entre los argumentos positivos más razonables a la hora de dilatar el tiempo para el destete están: en primer lugar la diferencia de peso, casi un kilogramo más, la protección que le aporta la leche materna en cuanto a defensas se refiere ya que los lechones no tienen ninguna inmunidad protectora al nacer y además, por distintas razones, tienen una mejor adaptación a la dieta sólida, ya que necesitan esos días de más para que se ajusten las encimas digestivas.
Todos estos datos dan un análisis global, presentando una optimización de 6€ (en el 2009)por cerdo si se desteta a los 28 días en vez de a los 21 días.