En un mundo donde la sobrealimentación coexiste con el hambre, es esencial reflexionar sobre cómo tratamos y valoramos nuestros alimentos. El Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos nos brinda una oportunidad para hacer precisamente eso.
Se estima que casi un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo humano se pierden o se desperdician a nivel mundial. Impactante, ¿no? Estas cifras no solo son alarmantes desde una perspectiva nutricional, sino que también nos hablan del desperdicio de recursos y del impacto ambiental que conlleva la producción de alimentos que nunca llegan a consumirse.
Más sostenibilidad
En Jamón Castro y González, nos enorgullecemos de nuestro compromiso con la sostenibilidad. El arte de producir jamón de alta calidad no se trata solo de sabor y tradición, sino también de respeto por cada animal y por cada recurso que se utiliza en el proceso. Nuestro jamón es un reflejo del cuidado, la pasión y la dedicación que se invierte en su producción.
Desde la selección genética y la crianza de los animales hasta el proceso de curación, cada paso está diseñado para maximizar la calidad y minimizar el desperdicio. A través de prácticas sostenibles, buscamos asegurarnos de que cada parte del cerdo se utilice y se valore, ya sea transformándose en jamones deliciosos o en otros embutidos de calidad.
Todos podemos aportar
Más allá de nuestra responsabilidad como productores, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la reducción del desperdicio alimentario. Como consumidores, es vital que valoremos los alimentos que compramos y consumimos. Esto significa no solo seleccionar productos de alta calidad, sino también asegurarnos de almacenar, preparar y consumir esos productos de manera que se minimice el desperdicio.
Este año, renovamos nuestro compromiso para fomentar un mundo más sostenible, en el que cada producto, desde un jamón de la más alta calidad elaborado artesanalmente hasta una pieza de fruta, suculenta y madura, se valore y se celebre. ¿Te sumas?
Imagen: www.fao.org