La vida saludable comprende multitud de pequeñas cosas las cuales nos proporcionan bienestar. No se trata solo de comer bien y hacer deporte. La OMS Organización mundial de la salud define la salud como “Un estado completo de bienestar físico, mental y social” más allá de la existencia de una u otra enfermedad.
Aquí es donde entran los hábitos, esas conductas que repetimos muchas veces hasta que forman parte de nuestras actividades diarias y que conforman de alguna manera nuestro estilo de vida.
De esta manera más que hablar de vida sana tendríamos que hablar de un estilo de vida sano o saludable donde los distintos pilares en los que nos sostenemos serían la alimentación, el deporte, la prevención, el trabajo, la relación con lo que nos rodea y nuestra actividad social o cómo nos relacionamos.
Todos estos aspectos hacen que tengamos que preocuparnospor intentar llevar una dieta equilibrada (esto en sí ya es todo un arte).
También es fundamental dejar los hábitos que nos puedan perjudicar como el alcohol y el tabaco. Practicar algún deporte o al menos llevar una rutina que incluya ejercicio físico. Lo recomendable es treinta minutos diarios de actividad.
Mantener una higiene adecuada, no solo el aseo y limpieza del cuerpo sino con nuestro hábitat.
Mantener un bienestar emocional y psicológico es necesario para afrontar nuestra vida diaria, también se le denomina higiene mental a cuidar y afrontar nuestros sentimientos y cómo hacemos frente a todas las cosas que nos suceden y nos hacen ser como somos.
Y finalmente, las relaciones personales y sociales. El ser humano es un animal social, relacionarnos con los demás es fundamental para mantenernos saludables.De todos es sabido cómo el aislamiento puede llevarnos a un deterioro gradual hasta llegar a incapacitarnos.
Todas y cada una de las cuestiones que hemos comentado son importantes e influyen en nuestra salud y en definitiva en nuestra calidad de vida.