Ya estamos de vuelta a nuestras tareas, volver al trabajo ya es en sí una ardua tarea, pero aun así septiembre es un mes donde nos rodeamos de buenos propósitos y procuramos retomar positivamente, cuidarnos, estar más activos y aprender nuevas cosas.
Uno de los propósitos más habituales es hacer un poco de ejercicio saludable, nos apuntamos al gimnasio, nos compramos las zapatillas y la toalla que seca pero no ocupa casi sitio en la bolsa de deporte y allí vamos. Aunque la mayoría de las veces se queda en la intención o solo podemos hacerle frente a la mitad de la propuesta. No hay que desanimarse, tenemos un plan B y es intentar hacer un poco de ejercicio en el trabajo… sí, pero de una manera discreta, no hace falta llevarse las mancuernas a la oficina.
Si la finalidad es cuidarnos habrá que empezar creando hábitos que no nos cuesten mucho esfuerzo y nos hagan sentir mejor, por ejemplo:
Antes de salir de casa, camino de la ducha, hacemos unas flexiones e intentaremos bajar las escaleras de casa y subir a tu puesto de trabajo también andando, si se puede acudir a la tarea en bicicleta mejor que mejor.
Los ejercicios más importantes son los estiramientos tanto de cuello, hombros, tobillos, cadera y gemelos, podéis ver distintas técnicas en las webs especializadas haciendo búsqueda en la red. También es importante relajar la espalda, una manera fácil sería llevando el pecho a las rodillas y recuperando lentamente.
Hay que levantarse y caminar por lo menos una vez cada hora, a llenar el agua, al baño, hablar con un compañero… y es que nuestro cuerpo está diseñado para estar en continuo movimiento. ¡Toca activarse!