Este animal se distingue por la cantidad de especies y subespecies que alberga según su morfología. Se extiende por Europa, Eurasia y norte de África.
El jabalí, ancestro del cerdo ibérico, en su hibridación da lugar a ejemplares con caracteres intermedios. Salvaje, compacto y dotado de unos tremendos colmillos hace que este animal de estructura robusta campe en el bajo monte como un rey, ya que su estrategia de vida es muy sencilla en cuanto a adaptabilidad al sistema y dieta. Es tanto así que poco han evolucionado debido a su disponibilidad de recursos desde el oligoceno, hace ya unos 34 millones de años. De hábitos nocturnos suele reposar de día en una pequeña cama que realiza diariamente en el suelo excavando en el, su olfato y oído son muy agudos y vive generalmente en familia. Es omnívoro pero se alimenta sobre todo y como ya imaginareis de bellotas bayas y castañas también de tubérculos, raíces, cereales, mamíferos pequeños, hongos, frutas caídas, caracoles y aves nidificantes en suelo. Este animal cabezón de ojos pequeños es muy sociable y poco territorialista, la jabalina que es muy dominante suele ser de mayor edad y tamaño y el macho poco a poco se va, viviendo en periferia de la familia viviendo al final en solitario, hasta que los más jóvenes eligen a su guía convirtiéndose en los conocidos escuderos.
En el periodo invernal de celo (una vez al año y que dura 23 días) el jabalí se entrega a la búsqueda de hembras receptivas de una manera tal que se olvida incluso de su propia alimentación, hasta que en su larga búsqueda y tras muchas peleas eliminando a los más jóvenes de la piara conquista de dos a ocho hembras.
Puede alcanzar unos 20 años de edad en cautividad y unos 12 en libertad como máximo. Hoy día se encuentran en toda la península, siendo más abundantes en el centro, norte de Andalucía y sudoeste.