Es el árbol de los mil nombres, los más comunes son: Albar, bellota, billota, cajiga, cajigá, cajigu, carcoxa, carrasca, carrascal, carrascalejo, cascabillo, caxigo, encina, enciniego, gállara, gaña (agalla), llata, macharu, matoju, quejido, quejiga, quejigo, quejio, rebollo, roble, roble ancina, roble andaluz, roble carraspo, roble carrasqueño, roble encimego, roble encina, roble enciniego, roble matorrizo, roble quejigo, robre, tallar.
El quejigo es un árbol de hoja caduca que puede alcanzar los 20 m de altura con una copa amplia y densa. Florece entre marzo y abril con flores poco vistosas. Los frutos o bellotas maduran en septiembre del mismo año. (Cuando comienza la montanera). Las bellotas de los quejigos son uno de los alimentos más apreciados, destinados a la ganadería porcina similares a las de la encina, un poco menos alargadas, aparecen antes que las de esta última, por lo que son el primer alimento otoñal de los animales., por lo que es un árbol muy ligado al hombre. Por otra parte, es un árbol protector y regenerador del suelo.
Necesita climas más suaves y húmedos, de influencia oceánica y se encuentran sobre todo en el sudoeste de Europa. En nuestro territorio aparece en la parte del sudoeste peninsular: Extremadura y Andalucía occidental. Son muy comunes también en el centro y sur de Portugal. Los quejigos pueden llegar a vivir varios siglos, habiéndose encontrado ejemplares de más de mil años. Prefieren los suelos calizos y más humedad y frescura que la encina, con la que llega a compartir territorio en los límites de habitabilidad de ambas.
Se puede utilizar su madera cuando presenta dimensiones y formas adecuadas en la construcción, para hacer vigas, pero principalmente se ha utilizado como leña de uso local y para hacer carbón vegetal.
La madera del quejigo, además de para usos tradicionales, se ha empleado por su resistencia y fortaleza en la fabricación de vigas para la construcción. Antiguamente se utilizaba para elaborar toneles, se decía que un tonel hecho de esta madera era para toda la vida. Por su resistencia también se utilizaba para mangos de herramientas agrícolas, hachas, guadañas, picos, azadas, etc.