Yoga significa unión. En este concepto la unión se refiere a mente, cuerpo y espíritu.
Pero según los practicantes de este ejercicio, lo que más aporta es equilibrio tanto físico como emocional.
Se originó en la India hace más de cinco mil años como una ciencia de vida para conservar la salud física y así conseguir felicidad interior y una energía vital latente. Durante siglos se ha utilizado como terapia psicológica médica y espiritual.
En la práctica del yoga se encuentran las posturas famosas de estiramientos llamadas «asanas» que van de la mano con respiraciones específicas y la tan mencionada meditación.
Todo esto incide en la búsqueda del bienestar y la paz interior, lo que implica todo un estilo de vida involucrando alimentación e inclusive pautas éticas.
Hay quien llega al yoga para tratar sus dolores físicos, otros para calmar su ansiedad y sus nervios, otros buscando un crecimiento espiritual y más conocimiento de sí mismo. El yoga es apropiado para todas y cada una de estas circunstancias, además de no importar la edad o el estado físico, parece ser que nos ayuda a estar siempre jóvenes, revitalizados, para así tener la salud en nuestras manos.
El yoga no es competitivo, no es un deporte y a pesar de que muchos piensan que se requiere un nivel alto para su realización, nada más lejos de la realidad, ya que para el yoga somos únicos por lo que constituye un proceso individual, cuyo ritmo lo determina cada uno de nosotros. El yoga en realidad es muy fácil si te acercas a él con la mente abierta.