El ácido graso Omega-3 más importante para el hombre es el ácido eicosapentaneo (EPA).
Nuestro organismo lo necesita como sustancia bioquímica básica en múltiples estructuras celulares, como por ejemplo en que la fluidez de la sangre sea favorable y que su viscosidad no sea alta, ya que empeoraría su circulación con la posibilidad de aumentar cualquier tipo de trombo.
Estos ácidos grasos se forman en el plancton y en las costeras. Es alimento de los vegetales y animales que lo necesitan para subsistir, para no helarse y ser flexibles.
Los ácidos grasos Omega-3 y el aceite de pescado se encuentran en la dieta mediterránea y en otras culturas como la japonesa y Groenlandia. En estas zonas, curiosamente se dan muchos menos infartos y derrames cerebrales que en Europa Central y los Estados Unidos.
El descubrimiento del metabolismo de los ahora llamados eicosanoides fue la causa de que se otorgara en 1982 el premio nobel de medicina.
El EPA es además un duro contrincante contra las dolencias inflamatorias y reumáticas como los dolores e hinchazón en las articulaciones por las mañanas, ayuda a reducir las grasas en sangre y el colesterol LDL, contribuye en la mejora de alergias neurodermitis psoriasis y en enfermedades cronificadas relacionadas con el reuma y la artritis.
Tomando habitualmente EPA, así como cuidando un poco la dieta convirtiéndola en una alimentación adecuada, se puede producir una rápida mejora de estas dolencias, ya que el EPA tiene una alta reactividad química, pero, como oxida de forma rápida también es recomendable tomarlo con un aporte de vitamina E.
EPA el reductor del colesterol
