La gastronomía de un país es parte de su identidad. Y para Kamilla Seindler, reconocida como la mejor chef femenina de América Latina en 2016, fue una oportunidad para empoderar a una comunidad entera. Años atrás, la ex chef del famoso restaurante boliviano Gustu, galardonado con tres estrellas Michellin abandonó Europa y su éxito profesional en restaurantes muy destacados para abrazar otras culturas. Y para ofrecer una experiencia culinaria que revindica la cocina local boliviana.
Una experiencia culinaria única
Durante los cinco años y medio que dirigió el restaurante, la chef danesa se dedicó a reforzar la identidad cultural boliviana y a potenciar la gastronomía local. En otras palabras, ha logrado ofrecer una experiencia culinaria que explota el potencial de los ingredientes y platillos tradicionales, que últimamente se habían visto opacados por una inclinación hacia una gastronomía más internacional.
Sin duda, otro punto que hace su contribución tan valiosa es la apuesta por el mercado local y el respeto por los productos que son específicos de cada estación del año. Porque los productos de afuera son grandiosos y exóticos, sí. Pero disfrutar de los productos autóctonos es disfrutar de la esencia de una región.
Hambre de cambio social
El restaurante también fue reconocido por llevar adelante un proyecto educativo que contribuye a la eliminación de la brecha social, convirtiéndose en una escuela culinaria para los jóvenes menos favorecidos. Una iniciativa importantísima para fomentar la igualdad de oportunidades y reducir las bajas tasas de empleo del lugar.
Una historia de superación
Sin embargo, hay mucho más detrás de estos grandes logros. La chef danesa reconoce que no ha sido un camino fácil. Por el contrario, ha tenido que afrontar grandes desafíos. Entre ellos, el de pelear por el reconocimiento de su profesión, ganar terreno en un ambiente dominado prácticamente por hombres e incluso el hecho de adaptarse a las costumbres locales. Además de eso, su contribución lleva un doble mérito, ya que se estima que de 3.000 restaurantes con estrellas Michelín, solo el 4% están dirigidos por chefs mujeres.
En 2018 emprendió una aventura culinaria en la que recorrió varios países que pusieron a prueba su manejo de la gastronomía escandinava y latinoamericana. ¿A qué destinos y experiencias la llevarán los próximos años?