La nueva marca de Castro y González recoge el reenfoque estratégico que se quiere trazar desde la empresa, sin perder de vista la tradición y la historia. Una estrategia que pasa por acercarse al consumidor final, que aspira a saborear los productos de alta calidad de Castro y González. Un deseo por parte de los consumidores que saben lo que es realmente un producto bueno y que quieren incorporarlo a sus hábitos de consumo.
Para ello, el equipo multidisciplinar de creativos ha diseñado ex profeso una tipografía que le confiere una imagen única en el mercado y que reúne todos los atributos de la marca: calidad excepcional de los productos, tradición, historia de las tres generaciones, incorporadas en los tres puntos que se encuentran entre las iniciales, y producción propia y controlada desde el nacimiento de las crías hasta la distribución del producto final.
También se han cuidado los tonos, hasta el punto de que se ha sustituido el azul industrial de la imagen anterior, por un verde con evocaciones al campo donde se crían los cerdos de Castro y González. Este verde se ha combinado con los tonos grises de la tipografía que ofrecen una imagen elegante, lejos de la monotonía del negro y que proporciona a la marca un equilibrio entre las letras y el fondo.
Con todo este cambio, al que se unen variaciones en las presentaciones de los productos, Castro y González quiere avanzar en el concepto de calidad como característica principal y una estrategia empresarial basada en el buen hacer de sus productos.