Dar un primer paso en el universo del jamón es conocer un abanico de variedades y sabores. A medida que profundices tu conocimiento (y afines tu paladar) descubrirás que el Jamón Ibérico de Bellota y el Jamón Serrano están a un mundo de distancia. Además del sabor y la textura en boca, ¿sabes exactamente en qué se diferencian? ¡Lee hasta el final!
Genética
La diferencia más evidente está en la genética. Mientras el Jamón Serrano se obtiene de un cerdo blanco, es decir, de la raza de cerdo más industrializada; el Jamón Ibérico de Bellota proviene de animales de raza ibérica. En ese caso, el animal será como mínimo un 50% raza ibérica, aunque existen también porcentajes más altos, 75% y 100%. Estos dos últimos son los que se utilizan en la elaboración de los productos Castro y González.
Estilo de vida
Ahora, otra diferencia clave a la hora de diferenciar Jamón Ibérico de Bellota del Jamón Serrano es la alimentación. Mientras el Jamón Serrano se obtiene a partir de animales que han sido alimentados con piensos, gran parte de la alimentación del Jamón Ibérico de Bellota está dada por tiernas bellotas, propias de un ecosistema único en el mundo: la dehesa.
Mientras los cerdos ibéricos corretean libremente por la dehesa y disfrutan de los recursos que este ecosistema único tiene para ofrecerles, hacen que el alimento ingerido en libertad en el campo se procese adecuadamente y que los sabores de la bellota, las hierbas y lo mejor de la dehesa se traduzcan en altísimos valores nutricionales.
La grasa
Tendemos a demonizar la grasa presente en todas las variedades de jamones, pero es un gran error. A diferencia del Jamón Serrano, la grasa del cerdo del Jamón Ibérico de Bellota aporta propiedades beneficiosas para la salud. No nos olvidemos que hablamos de un animal con una genética impecable, capaz de metabolizar a la perfección todas las propiedades de la bellota e infiltrándolas en cada fibra.
Por lo tanto, al consumir la grasa presente en el Jamón de Bellota 100% Ibérico Castro y González también ingieres ácido oleico, ácido linoleico, minerales y vitaminas. Y eso no es todo. Sus propiedades contribuyen a aumentar el colesterol bueno (HDL) y a reducir el colesterol malo (LDL), por lo que muchos profesionales de la salud recomiendan cada vez más la incorporación de este alimento en la dieta. Haz clic aquí para ver cómo de esencial es para los deportistas.
Y tú, ¿prefieres Jamón Ibérico o Jamón Serrano?