El Jamón de Bellota 100% Ibérico Castro y González es una verdadera joya. La trufa blanca, por su parte, es una gema exclusiva que protagoniza los platos más exquisitos de la cocina contemporánea. El jamón y la trufa hacen una combinación imbatible que da lugar a platos muy sofisticados. ¿Quieres conocer los secretos de dos perlas de la alta cocina que hacen buenas migas?
La crème de la crème
El increíble aroma a trufa blanca cautivará al comensal a primera vista, embriagándolo con su aroma a almizcle y una leve reminiscencia a ajo. Cada bocado despliega un sabor a nuez suavemente picante y ligeramente amargo, con suaves matices de café. Sin embargo, los expertos en alta cocina sostienen que las propiedades organolépticas de la trufa son muy propias y varía de pieza en pieza.
Ya sea utilizada como especia de lujo o protagonista, la trufa blanca combina a la perfección con productos grasos. Y aquí es cuando el Jamón de Bellota 100% Ibérico Castro y González se convierte en su pareja ideal, fijando los aromas de este fruto tan peculiar, enriqueciendo sus matices con sutiles pinceladas de frutos secos y dehesa.
Los sabores más codiciados de la alta cocina
Además de combinar a la perfección, la trufa blanca y el Jamón de Bellota 100% Ibérico Castro y González tienen algo en común: son un símbolo de exclusividad y lujo. Es que esta variedad de trufa, a diferencia de la negra, no puede obtenerse a través del cultivo, convirtiéndola en un manjar escaso y difícil de conseguir. Para ser más precisos, este hongo solo se reproduce en Piamonte, en la región de Alba (Italia) y en una pequeña zona de Istria (Croacia).
Por otra parte, nuestro Jamón de Bellota Ibérico Castro y González es producto de una fusión equilibrada entre hombre y naturaleza. Después de dos montaneras, cada fibra del animal está repleta de las propiedades de la bellota y comienza un proceso artesanal que permanece intacto después de tres generaciones. Tras pasar por la minuciosa selección de nuestros expertos, las piezas más prometedoras descansan en nuestras bodegas un mínimo de 48 meses, bajo la mirada atenta de nuestros maestros jamoneros, quienes utilizan técnicas tradicionales para regular la temperatura y la humedad.
La combinación imbatible de Jamón de Bellota 100% Ibérico Castro y González y la trufa blanca trasladan al comensal a una nueva dimensión de placeres organolépticos. Los chefs de alta cocina lo saben muy bien e incluyen en sus menús desde recetas más tradicionales, como clásicas croquetas, hasta versiones innovadoras como Vieiras con virutas de Jamón de Bellota 100% Ibérico en salsa de trufa blanca. Y tú, ¿por cuál te decantarías primero?