El ácido hialurónico hoy en día está de moda, ya que es una sustancia que se ha convertido en la reina de la regeneración encargada de mejorar nuestra apariencia y nuestra salud. Se utiliza tanto en la estética como en la ortopedia, neurocirugía, oftalmología, trauma e incluso para tratamientos relacionados con el cáncer. (Existe un animal africano llamado ratopín rasurado que contiene grandes cantidades de esta sustancia y que es inmune al cáncer, pero esto aún se está investigando).
Tiene un uso médico realmente importante, existen multitud de aplicaciones como por ejemplo: para cicatrizar heridas, enfermedades relacionadas con los tejidos, para la fertilidad y la recuperación mediante infiltración del líquido sinovial en las articulaciones.
Pero si hay una utilidad en la cual destaca, por supuesto es en la estética y la belleza, por su enorme poder de hidratación y volumen. Las arrugas y la flaccidez de la piel asociadas al paso de los años vienen determinadas en gran medida por la pérdida de hidratación, por la reducción de este mismo ácido hialurónico presente en nuestra piel y por la disminución de la capacidad de nuestro organismo para reponerlo.
Está presente en multitud de cremas o como componente alimenticio. Se está investigando y ya existen muchos estudios que hablan de sus beneficios, tanto en la parte externa como en la interna de nuestro organismo. La fuente principal del ácido hialurónico es de origen animal como el gallo, distintos vacunos y animales marinos.
No cabe duda que poco a poco irá siendo más conocido, porque ya está muy testado en distintos campos y siempre con muy buenos resultados.