La compra de una pieza entera de Jamón Ibérico de Bellota puede resultar poco apropiada en verano si no estamos seguros de no poder consumirla entera y en un tiempo prudencial.
Si optamos por una pieza completa, en verano deberemos empezarla por la parte más estrecha ya que es la que se puede endurecer antes. Y además recordar que debe mantenerse en un lugar seco y con una temperatura que no supere los 25 grados.
Si no podemos cumplir estas condiciones, quizás es el momento del año en el que podemos optar por comprar sobres de loncheados que, cortados a mano y envasados al vacío guardan todas las características de un Castro y González.
Estos envases ofrecen raciones de 50, 80 o 100 gramos que permiten disfrutar de un producto excelente, cortado a mano por auténticos cortadores de jamón y disfrutarlo, sin tener que temer que una pieza entera se estropee.
La gama de loncheados se completa con estuches de 50 y 100 gramos en Sacovitta y 80 gramos en blíster de lujo.
Para conseguir que este loncheado llegue a nuestra mesa con las mismas propiedades que una pieza entera, en Castro y González cuentan con hasta cinco cortadores de jamón que cada día dedican toda su jornada laboral a preparar de manera manual los sobres de loncheado. Se trata de hasta 20 jamones diarios que nutren los estantes de las tiendas gourmet españolas para que los consumidores puedan disfrutar.
Así, una cena, un aperitivo, un entrante puede ser el momento adecuado para abrir un sobre, dejarlo “respirar” durante unos 10 minutos, atemperar el plato y servirlo. No hace falta más esfuerzo y permitirá disfrutar del sabor de la dehesa, de los matices de los nutrientes que han alimentado a los cerdos y de cada uno de los aromas.
Una dosis justa para disfrutar de un buen plato de jamón ibérico de bellota, sin desperdiciar ni un gramo.