La Agenda 2030 de Naciones Unidas plantea la necesidad de actuar de inmediato y en todos los ámbitos para habitar el planeta de forma sostenible. Debemos pensar en las generaciones futuras y reducir el impacto ambiental, y aunque a veces sientas que tu aporte no es suficiente, en realidad hay mucho que puedes hacer en tu día a día para ser iniciador del cambio. En este artículo te explicamos cómo adoptando un consumo más consciente puedes hacer mucho desde tu lugar.
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Compra ¡y comprométete!
Para un consumo más consciente, lo primero que debes hacer es no comprar por impulso ni de manera compulsiva. Reduce la frecuencia de compra y sé especialmente consciente de los alimentos perecederos. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene comprar un Jamón Castro y González si no lo conservarás como toca y luego tienes que desecharlo? Lo que compras es una promesa, ¡no la rompas! Y evita el desperdicio alimentario.
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Medir la cantidad de productos
Vas al supermercado y ves 3 kilos de naranjas a un precio absurdo. Uno pensaría que es una oportunidad, pero si no sabemos si seremos capaces de consumirlas todas, lo mejor es no aprovechar la oferta. Para el planeta, no es lo mismo comprar en forma medida que dejarse llevar por las ofertas. Evalúa tus necesidades y compra acorde a ello, ¡no te dejes llevar, la comida barata no existe! Ya te lo contamos en este artículo.
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Elige productos con responsabilidad social
Está comprobado que las personas que optan por productos de mayor calidad, elaborados bajo condiciones de producción más justas y que apoyan la economía local, reducen su impacto ecológico. Ver más allá del producto, valorar el bienestar animal y visualizar el contexto en el que fue elaborado es clave para alcanzar la sostenibilidad y la justicia social.
Tu decisión de compra hace la diferencia. ¿Te sumas a un consumo más consciente?