Somos lo que comemos, dicen. ¿Sueles leer las etiquetas? Entonces sabrás que no es tan fácil dar con productos elaborados libres de químicos, como colorantes y potenciadores de sabor. Es un hecho que la tendencia a exigir cada vez más transparencia en la industria alimentaria está en aumento y, entre los nuevos consumidores, también crece la búsqueda de alternativas naturales elaboradas con ingredientes simples. También de alimentos que no parezcan más deliciosos, sino que realmente lo sean.
Comer es un placer
Y si el alimento que estás a punto de saborear fue elaborado especialmente para acercarte lo mejor de la naturaleza, mucho más aún. Pero la composición es solamente una pequeña parte del universo que hace a un producto. El secreto está, además, en el quién y el cómo. Con qué valores se rigen quienes elaboran los productos que consumes y con qué rigurosidad se controlan los procesos que han intervenido en cada producto hasta el momento en el que este llega a tus manos.
La apuesta de Castro y González
La transparencia es, precisamente, un valor que atesoramos desde nuestros primeros días. Porque, para ofrecer lo mejor, sabemos que es necesario cuidar cada instancia del proceso. Desde la cría de nuestros ejemplares, la selección de las mejores piezas, el proceso de curación, hasta el momento del etiquetado. Por eso, siempre brindamos información clara y precisa sobre el origen de nuestros productos y, a través de nuestras redes sociales, todos los detalles que intervienen en los procesos de elaboración.
Detrás de cada producto de Castro y González hay más que transparencia alimentaria. Hay compromiso, tradición, valores sólidos y un saber hacer trasladado de generación en generación. Años de entrega y dedicación. Y eso también se saborea.