Hasta hace relativamente poco irse de vacaciones en septiembre estaba visto como la opción de los que no pueden hacer otra cosa y estaban obligados de alguna manera debido a sus obligaciones, a disfrutar de sus días de vacaciones en los días del noveno mes. Pero hoy día para muchos, esta situación se ha convertido en la más adecuada por un montón de razones.
Una de las razones es que te beneficias de unos precios de temporada media, además de las ofertas de viajes y habitaciones que llegan incluso al 50% de descuento. Pero la diferencia en el precio no es sólo en este aspecto, hay que sumarle, sobre todo en los lugares más turísticos el precio de los menús, tomarte un refresco en una terraza, el alquiler de vehículos (amén de la misma disponibilidad) todo es mucho más caro en agosto ya que la demanda está en su momento álgido.
Si se decide viajar en pleno verano en tu propio vehículo normalmente es porque se desea saborear cierta libertad e independencia. Pero en las fechas de verano más señaladas, desplazarse en tu propio vehículo significa, debido a la gran afluencia en las carreteras, tener que enfrentarse a los atascos terribles y al peligro de la operación salida y retorno. Saliendo en septiembre todo esto ya ha pasado y se viaja de una manera más segura y tranquila.
Por supuesto que en septiembre las temperaturas bajan, sobre todo por la noche, lo que hace que se pueda descansar mejor después de un día de visitas a lugares nuevos normalmente en el exterior ya con clima más agradable.
Y existe también una razón curiosa, y es que disfrutar de tu ciudad en el mes de agosto no tiene precio. Todos los sitios para aparcar libres, los cines para nosotros, no hay aglomeración para ir a trabajar y es que casi todo el mundo está de viaje.
Y eso de reincorporarse en octubre es la envidia de todos. Si estás ahora de vacaciones enhorabuena ¡a disfrutar!