Comprar un jamón ibérico no es difícil y si además sabes qué te llevas entre manos, puedes tener muy buenos momentos de la mano de este fabuloso producto gourmet.
Existen unas cuestiones básicas que son el ABC de los consejos:
El primero de todos es que el jamón hay que cortarlo, servirlo y comerlo a una temperatura adecuada, que estaría sobre los 22/23°C. El siguiente es comerlo nada más cortarlo, ya que cuando empiezas el corte comienza su oxidación natural. A los 10 minutos aproximadamente las lonchas de jamón están en su momento óptimo. Las lascas deben ser finas, traslúcidas y de unos 4/6 centímetros, para que al entrar en boca (de una sola vez) exista una rápida fusión de la grasa y podamos deleitarnos con todo su sabor.
La presentación es muy importante, las lonchitas deberán estar dispuestas de una manera agradable y normalmente la distribución se hace en una sola capa. Los profesionales eligen presentarlo siempre en plato, que además ha de ser preferiblemente blanco, puede parecer una cuestión sin apenas valor, pero el motivo es que así se acentúan los colores y ya sabemos que la comida entra primero por los ojos.
También existe una cantidad recomendada que oscila entre los 80 y 100 gramos.
Cuidar de todo el proceso de la degustación y disfrutar a la vez del ritual y de la tradición hará que tú y los tuyos disfrutéis de principio a fin.