La tendinitis es la inflamación del tendón, tejido conectivo fibroso que une el músculo con el hueso. Se produce al sobrecargar los límites de resistencia del tendón, ya sea por un exceso de ejercicio, malas posturas o por la repetición como hábito de un movimiento.
Es muy común que se produzca en los tendones del hombro, codo, muñeca y pie. Se caracteriza por su gran incomodidad para desarrollar nuestro día a día procurándonos un dolor agudo que irá disminuyendo progresivamente durante un tiempo.
Hay que ir al médico porque si no se trata adecuadamente se podría cronificar. Sin embargo, la mayor parte de las medidas para tratar un tendón inflamado se deben tomar en casa. Con el diagnóstico apropiado, ya podrán recetarte por ejemplo medicamentos antiinflamatorios, inmovilizarte la zona afectada para evitar movimientos bruscos en esa área inflamada, o si la tendinitis es muy severa, infiltración con corticoide.
Es muy recomendable y dicen que muy efectivo el tratamiento frío/calor. Se deben aplicar compresas de frío, o la famosa bolsita de guisantes pero sin tocar directamente la piel unas 4 veces al día 20 minutos cada vez y simultáneamente, cuatro veces más compresas calientes durante el mismo tiempo. No estaría de más que un profesional fisioterapeuta te practicara unos masajes.
Mientras exista esta lesión no se deberían hacer los movimientos que puedan empeorar el cuadro y sustituir ese movimiento por otro equivalente, minimizando el sobre uso.
La curación de este tipo de lesiones es muy lento, generalizando un poco, la recuperación parcial es de 2 a 3 meses y la total entre 3 a 6 meses, por lo cual hay que incluir en el tratamiento un poco de paciencia.